miércoles, 9 de enero de 2013

Diccionario de moda Los estilos por su nombre

Boho chic, preppy, grunge, lady... ¿Os perdéis cuando leéis artículos de moda? Estáis hartas de la terminología fashion sólo apta para profesionales? No desesperéis y convertiros en verdaderas expertas aprendiendo con pocos conceptos los estilos más conocidos. ¡Encontrad el vuestro!

Atrás quedarán las caras de póker cuando oigáis en las conversaciones que esa famosa había exagerado con su look grunge. Pasad a ser vosotras las protagonistas e identificad muy fácilmente el estilo de la gente con nuestro manual. ¡Allá vamos!
Army chic. La tendencia estrella de este año no tiene ningún secreto: army significa ‘ejército’, con lo que remete al estilo militar que tanto está arrasando esta temporada. Y chic sólo nos recuerda que tampoco es necesario vestirnos 100% para ir a la guerra, escogiendo prendas poco femeninas o vistiéndonos enteras de uniforme. Lo mejor es apostar por bolsos, pantalones o chaquetas que sí tengan influencias de guerra (como el estampado de camuflaje o los colores verdosos), pero sin olvidar que vamos a pasear por la calle, no a escudarnos en las trincheras.

Boho chic. Con influencias bohemias, este estilo apuesta por prendas desenfadadas y divertidas (aunque sin abandonarnos tampoco al look 100% hippie). ¿Y cómo lo reconocemos? Prendas clave son las faldas (largas) holgadas, armillas o chalecos con pelo, túnicas brodadas, botas cowboy, cárdigans anchos o los bolsos tipo hobo. Abundan los colores y normalmente se renuncia al negro. Sus máximas representantes son Sienna Miller o Kate Moss.
Boyfriend. Katie Holmes nos sorprendía a todos cuando se puso esos jeans anchos que parecían pertenecer más al armario de Tom que al suyo. Pero lo que realmente hacía era interpretar 100% el look boyfriend, es decir, ‘novio’. Este estilo tan simple se basa en apostar por prendas generalmente anchas (jeans aunque también camisas, cárdigans o hasta abrigos) con toques masculinos y que parezcan ser de nuestra pareja.

Casual. O antónimo de formal. Surgido casi como un movimiento alternativo al traje y la corbata, este estilo reivindica la comodidad y la practicidad. ¿Sus estandartes? Los tejanos, las camisetas (de manga corta sobre todo) y los jerseis sencillos. Básicamente, cualquier pieza sin muchos adornos y que nos permita realizar cualquier movimiento con facilidad. ¿Su máximo icono? El creador de Facebook, Marck Zukerberg.

Grunge. Nacido de la mano del estilo de música grunge, podemos crear un look con 4 prendas básicas: una camiseta a cuadros, pitillos o leggings (o jeggings), un sombrero oscuro y una chupa de cuero. Abunda el negro y los colores neutros y, además, en chicas también encontramos diademas, medias brodadas y vestidos holgados (y hasta con ciertos aire hippies). Para que reconozcas el estilo, te brindamos su máximo estandarte, Peaches Geldof.

Lady. El estilo lady sólo responde a un valor: la ultrafeminidad. Cinturas y muslos marcados, colores suaves, faldas, collares joya, cuellos bebé… Como polo opuesto al estilo grunge, las chicas lady buscan realzar a la vez su lado más ingenuo y sensual, explotando al máximo su feminidad. Si queréis conseguir el look, inspiraos en Scarlett Johansson.
Minimal. Para quienes huyan de complementarse como árboles de navidad. Este look (y últimamente tomado casi como un estilo de vida) aclama a la sobriedad y a una máxima clásica en el mundo de la moda: ‘menos es más’. De este modo las prendas, cuanto más simples, mejor. Adiós a los brodados, ribetes, lazos, senefas o estampados. El minimal busca formas básicas y piezas monocolor.

Preppy. Si antes veíamos lo que era el minimal, la mejor manera de comprender el preppy es imaginarnos todo lo contrario. Llevado a la gloria de la mano de Gossip Girl, este estilo es una oda los estampados british, las pajaritas, diademas y lazos, las medias, las faldas cortas, los bolsos de mano y las americanas tipo uniforme. ¿Lo más atrevido? Sus imposibles (y tremendamente estudiadas) combinaciones de colores.

Punk. Tachuelas, cuero, crucifijos, medias rotas, botas y sobre todo negro, mucho negro. Quizás el estilo más fácilmente reconocible, se caracteriza por abandonar los clichés masculinos y femeninos y por rendir culto a la oscuridad del inframundo. Es habitual también que se combine con maquillaje oscuro. ¿Su cara más popular? Taylor Momsen.

Trendy. Siempre a la última, así son sus adeptos. Generalmente más fans del estilo underground (mercadillos callejeros, etc.) y los artículos vintage (heredados, propios del siglo pasado) que de la moda mainstream (lo que llevan las masas). ¿Lo mejor? Son el estandarte del eclecticismo, ya que adaptan las nuevas tendencias a su personalidad y estilo de vida.

Nuestro consejo: Siempre que veáis la palabra chic en el nombre de un estilo, no significa que tengáis que adornaros con accesorios caros o extravagantes. Simplemente nos recuerda que debemos saber llevar esa tendencia hacia nuestro campo (y no al revés), apostando por piezas que no renuncien a la elegancia ni al buen gusto. Podremos escoger siempre el look que queramos mientras no nos desfasemos y sepamos llevarlo con gracia.

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